La ciudad de Cumaná está celebrando sus primeros quinientos años. La fecha oficial es el 27 de noviembre de 2015. Estariamos entonces en el transcurso de un año de disfrute, de alegría y esperanza, sin embargo nos encontramos sufriendo la más triste de las desolaciones, el lamentable producto de un veneno llamado revolución y el legado mortífero de un líder carismático que a la inversa del rey Midas todo lo que tocó lo destruyó.
Saqueos por hambre, saqueos como arma política y/o destrozos como pretexto para frenar un referendo revocatorio. Nada es puro, nada es inocente, parece que todo es una mezcla de intereses y bajezas.
Hay hambre, hay miseria, también animales de rapiña agazapados esperando cualquier oportunidad. Hay planificación de algunos que con motos y asalariados buscan generar caos. Hay hasta policías y efectivos militares aprovechando la tragedia para saldar cuentas o aprovechar la circunstancia. Hay quienes apuestan al caos para salir de este fraude; en definitiva cada quien tiene su agenda muy particular. Como resultado un regalo de cumpleaños a la altura de las peores miserias humanas.
