jueves, 3 de septiembre de 2015

¿En qué tiempo?

Ya no nos queda tiempo sino para improvisar, pintar fachadas y preparar discursos. ¿El resultado? Un nuevo fracaso en la gestión pública. Un hito en la desidia, la ignorancia y la soberbia. Una página más en el expediente de atraso que significó la revolución bolivariana.
Llegará noviembre y algunos tendrán algo más de dinero en sus cuentas bancarias. Nosotros, los ciudadanos, otra vez, tendremos otra decepción, una nueva frustración y una nueva razón para seguir adelante.
500 años no es una fecha cualquiera, es como unos quince años de una niña, que aunque nadie lo puso en un reglamento es parte de un contrato social no escrito que apura a la familia a presentar a la niña en sociedad, para presentar sus mejores galas, su mejor sonrisa, su lozanía y esperanza en el futuro. Si, es una fecha importante, si, es un momento para invertir, para sonreír, para tener esperanza, para presentar nuevas galas y adecentar las mas antiguas.